Actualizado: 8 de jun de 2020
A diferencia de los conocidos pisos fotolaminados que tienen como base un aglomerado de madera, los pisos vinílicos son láminas de PVC, por lo que no sufren ningún daño con el agua ni la humedad, por esta razón, y la gran naturalidad de la madera que logran estos pisos, es que han desplazado por completo a los antiguos pisos fotolaminados.
Los vinílicos son pisos que no requieren más mantención que quitarles el polvo y si es necesario trapearlos con un paño húmedo, al ser de PVC, no absorben, por lo que las manchas son siempre superficiales y fáciles de quitar.
Adicionalmente, estos pisos son excelentes aislantes térmicos y acústicos lo que se traduce en un mayor confort al tacto y el agrado de caminar sin perturbar la paz del entorno propio ni de los vecinos. Y por último, una de sus características más extraordinarias de estos pisos, es su delgada estructura que permite una fácil y liviana instalación, incluso sin tener que remover el piso ya existente, lo que puede ser un beneficio insuperable en remodelaciones.
La versatilidad de este material, permite instalarlo incluso en muros y techos con resultados sorprendentes